jueves, 29 de noviembre de 2007

WELCOME TO THE MACHINE

¡Hola a todos y bienvenidos!



Para empezar, señalar que este espacio que un humilde servidor les brinda la oportunidad de visitar siempre que les plazca, querría ser tan sólo uno de tantos sitios a los que acudir aleatoriamente. O bien intencionadamente. Tan sencillo como esto. Ya saben cómo funcionan estos temas...



En otro orden de cosas, si han sentido curiosidad por las fotos qué colgué en el post inicial, y han hecho sus busquedas pertinentes en Google, me gustaría aclarar que no voy a centrarme únicamente en asuntos tan farragosos. A lo sumo dedicaré de vez en cuando algún apunte al oscuro mundo del control de la mente pero, en la medida de lo posible, con trasfondos netamente positivos.



Hoy me gustaría hablar del miedo.

Los miedos atávicos, heredados de nuestros antepasados más remotos, son aquellos que se originan por instinto ante cualquier amenaza o peligro. Reaccionamos instintivamente gracias al miedo que sintieron estos homínidos por ciertos animales salvajes tras unos primeros enfrentamientos, por ejemplo. Si no me equivoco, el miedo a la oscuridad se atribuye a las situaciones traumáticas vividas en contextos nocturnos, y etcétera...

Sin embargo, a otros niveles, hemos ido desarrollando unos miedos infundados a lo largo de nuestro camino que pertenecen a otros ámbitos. Dependen del contexto histórico y cultural de cada época, pero se trata de unos miedos más cercanos al terreno de 'lo inquietante', y aquí ya entramos en terrenos explorados ampliamente por Freud a principios del siglo XX.

Y en estos días, es interesante constatar como una y otra vez se nos dice que algunas sociedades viven inmersas en la 'cultura del miedo'. Un miedo, pienso, preñado de intereses políticos y que guarda relación con la idea, por otra parte nada nueva, de poder y dominación. Lo que creo digno de análisis llegados a este punto, son las herramientas que se emplean para generar este miedo, que si han cambiado. Evidentemente, me refiero aquí a los mass-media y la revolución digital. Parece ser que lo que quiere conseguirse es que nos enfrentemos unos a otros. Tal vez aquí los conspiracionistas tendrían algo que apuntar.

No obstante, ¿han notado cómo últimamente proliferan en las salas de cine las películas de terror y violencia extrema? Este tipo de terror, quizá más conectado a la tendencia de décadas pasadas con las películas de marcianos y la primera serie B, se me antoja como un 'background' idóneo para mantener al personal con el escalofrío constante. Y claro, más susceptible a todo.

Mi visión personal del miedo es que es algo bello. Lo bonito del miedo es superarlo, y ver cómo somos capaces de abstraernos a él y darnos cuenta que muchas veces nos montamos unas películas en la cabeza que ocultan nuestros verdaderos objetivos.

"Ahí la gente se engaña muy fácilmente. Lo que experimentamos todo el tiempo no es lo verdaderamente real. Pensamos que las cosas son de uno u otro modo. Si pudieramos ver más allá, todo el conjunto, el miedo desaparecería." (David Lynch en el libro de entrevistas "David Lynch on David Lynch", de Chris Rodley publicado por Alba Editorial, S.L.)



Lecturas recomendadas:

-"Sobre el miedo", Krishnamurti

miércoles, 21 de noviembre de 2007