Change return success

Debido a mi empleo, a través del cual accedo diariamente a una vasta galería de ejemplos del comportamiento humano en sus múltiples facetas, he podido constatar como a lo largo y ancho del globo, el presente 2008 ha sido recibido como un año de una cierta incertidumbre. Pero ¿dónde está la incertidumbre? Yo no puedo más que intuirla un poco, sin embargo no dista de cualquiera de nuestras incertidumbres cotidianas. No veo en ningún lado nada que no haya visto ya.

Si que veo por otra parte una corriente que nos transporta al cambio. Cualquier cambio, por pequeño que sea, es un símbolo de madurez y un peldaño subido en la escalera de la experiencia.

Y son estos días los que acogen el clima idóneo para que avanzemos en la dirección que queramos.

Todas las épocas son ahora, uno puede viajar al momento en que más le plazca. Están dentro de nosotros. Nosotros decidimos donde estamos y adonde vamos. Y si el cambio es propiciado por nosotros, pues mucho mejor. Un disco, un libro, una película, una golosina, un cromo, la pieza de un puzzle, un paisaje... la cultura, en general, es nuestro pasaporte. Así lo siento, a cada día que pasa.

Pero lo más importante es que hay que hacerlo en un estado placentero, despejar el alma de miedos y dejarnos llevar por lo que suceda.

Y si no sucede, hagamos que suceda...